La calidad de vida de las personas autistas no se ve significativamente afectada por recibir un diagnóstico en la edad adulta, según revela un estudio llevado a cabo por psicólogos de la Universidad de Bath y el King’s College de Londres. Este estudio, que es el primero en examinar la relación entre la edad de diagnóstico y la calidad de vida en adultos autistas, destaca que otros factores, como el sexo y las condiciones de salud mental adicionales, tienen un impacto más fuerte en la calidad de vida.
El diagnóstico tardío de autismo ha ganado atención mediática en los últimos tiempos, especialmente entre las mujeres autistas. Aunque el autismo suele diagnosticarse en la infancia, cada vez más adultos reciben el diagnóstico y muchos se preguntan si haberlo sabido antes habría influido en sus vidas a largo plazo.
En el estudio participaron 300 adultos autistas que proporcionaron información sobre la edad en la que se dieron cuenta de su condición, así como detalles socio-demográficos, nivel educativo, ingresos familiares y presencia de condiciones de salud mental adicionales. Los participantes también respondieron preguntas sobre diversos aspectos de su calidad de vida, incluyendo lo físico, psicológico, social y ambiental.
Los resultados, publicados en la revista Autism, revelaron que no existía una relación estadística significativa entre la edad de diagnóstico y los diferentes aspectos de la calidad de vida, una vez considerados los otros factores. Sin embargo, se encontró que las mujeres autistas reportaban una mejor calidad de vida que los hombres autistas, y aquellos con condiciones de salud mental adicionales tenían una calidad de vida inferior.
La Dra. Lucy Livingston, investigadora principal de la Universidad de Bath y profesora de Psicología en el King’s College de Londres, enfatizó que “cada vez más personas descubren que son autistas en la edad adulta, lo cual puede ser un cambio de vida». Sin embargo, el estudio indica que no hay una correlación general entre la edad de diagnóstico y la calidad de vida. Algunas personas pueden beneficiarse al saberlo antes, mientras que para otras puede ser una experiencia positiva descubrirlo más tarde.
La Dra. Florence Leung, investigadora principal de la Universidad de Bath, destacó que las características de personalidad autista fueron el factor más influyente en los resultados de calidad de vida. La investigación también resalta la importancia de abordar las necesidades específicas de género en relación con la salud mental de las personas autistas.
Estos hallazgos sugieren que la comprensión y el apoyo hacia las personas autistas deben ser personalizados, teniendo en cuenta sus fortalezas y dificultades individuales. Es fundamental realizar investigaciones más detalladas para comprender y apoyar la neurodiversidad a lo largo de la vida, ya que el número de adultos autistas está aumentando. La Dra. Leung concluyó diciendo que “este estudio nos ayudará a entender y respaldar a las personas autistas más allá de un enfoque generalizado».
En resumen, el estudio destaca que la edad en la que alguien recibe el diagnóstico de autismo no tiene una relación significativa con su calidad de vida.