Para el correcto desenvolvimiento e interacción con el entorno se utilizan los órganos sensoriales como los oídos, ojos, la nariz y la piel, la información obtenida de ellos es procesada para crear una percepción de lo que nos rodea y crear distintos tipos de interacciones.
Una de estas relaciones entre el entorno, nuestra percepción y la forma en que interactuamos es llamada coordinación ojo – mano.
Es importante para el día a día y gobierna actividades como escribir, interactuar con objetos, conducir o la práctica de algún deporte. La coordinación ojo – mano se desarrolla desde que nacemos y se perfecciona con el tiempo. Sin embargo, algunas condiciones y trastornos pueden afectarla y con ello mermar el desarrollo de las y los niños con distinto grado de severidad.
Síntomas comunes de afecciones en la coordinación ojo – mano durante la infancia
Los síntomas dependen directamente del trastorno que la o el niño experimente, pero por lo general la lista incluye los siguientes:
- Dificultad para realizar actividades que requieren precisión, como escribir, dibujar, recortar, abrochar botones, etc.
- Problemas para seguir objetos en movimiento con la vista o para enfocar la mirada en un punto fijo.
- Movimientos lentos, torpes o descoordinados de las manos o los brazos.
- Falta de equilibrio, postura anormal o caminar inestable.
Ante cualquiera de estos síntomas se debe acudir con un médico que evaluará la situación y en caso de ser necesario encargará una serie de estudios que revelarán la causa y con ello la mejor manera de tratar al infante.
Trastornos que afectan la coordinación ojo – mano
Varias condiciones médicas pueden afectar la coordinación ojo – mano en las y los pequeños. Las más comunes son:
Dispraxia
Un trastorno del neurodesarrollo que afecta los movimientos y la coordinación. Los pequeños con dispraxia tienen dificultades para planificar, ejecutar y secuenciar acciones motoras, tanto simples como complejas. Se estima que aproximadamente un 6% de los niños menores de 11 años sufren algún grado de este trastorno
Estrabismo y ambliopía
Una desviación de uno o ambos ojos que impide la visión binocular. El estrabismo afecta a alrededor del 3% de los niños y puede desencadenar ambliopía, que es la pérdida de agudeza visual en un ojo por falta de uso.
Problemas de desarrollo psicomotor
Los trastornos que crean dificultades para adquirir y coordinar las habilidades motoras como el retraso psicomotor, trastorno de adquisición de la coordinación (TAC), disgrafías, trastornos del tono muscular y trastornos de la dominancia lateral y la confusión derecha-izquierda, que implican una falta de definición o una inestabilidad en el uso preferente de una parte del cuerpo (mano, pie u ojo), lo que dificulta la orientación espacial y la lateralidad, entre otros.
Estimulación de la coordinación ojo – mano
En la enorme mayoría de las condiciones que afectan la coordinación ojo – mano, la terapia ocupacional infantil es una pieza clave dentro del tratamiento para mejorar o corregir los síntomas. De forma particular los terapeutas harán una planeación de rutinas, ejercicios y estimulaciones que incluyen actividades físicas, cognitivas y sensoriales.
Cuando los síntomas no pueden eliminarse, la terapia ocupacional se encargará de enseñar a que los pequeños ganen autonomía y aprendan a enfrentarse a los retos que supone cada una de las condiciones en su vida diaria.
¿Sabías que TOi Robot es el mejor ayudante en las terapias enfocadas a la estimulación de la coordinación ojo – mano? En nuestra próxima entrada hablaremos sobre ello.