El Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS), es una condición que puede afectar significativamente la vida cotidiana y el desarrollo pleno de la infancia. Radica en la incapacidad del sistema nervioso central para interpretar y organizar adecuadamente la información captada por los sentidos. Tanto terapeutas como padres de familia juegan un papel fundamental en la identificación temprana de estas dificultades sensoriales y en el apoyo a los niños que las experimentan.
Causas del Trastorno del Procesamiento Sensorial: Una Investigación en Curso
Actualmente, las causas precisas del TPS siguen siendo objeto de investigación. Aunque se ha observado una influencia genética, también se han señalado posibles complicaciones prenatales, factores ambientales y eventos de nacimiento. A medida que la ciencia avanza, es fundamental estar al tanto de los nuevos descubrimientos y seguir profundizando en la comprensión de esta condición para mejorar el abordaje terapéutico.
Identificación del TPS: Un Rol Compartido
La detección temprana del TPS es esencial para brindar una intervención oportuna y maximizar las oportunidades de un mejor desarrollo futuro para la niña o niño. Si bien un terapeuta ocupacional especializado en procesamiento e integración sensorial puede realizar una evaluación completa, los padres y los docentes también pueden identificar señales de alerta en el hogar y la escuela.
Una evaluación multidisciplinaria es clave para descartar otras condiciones relacionadas, como el TDAH, el autismo o trastornos de ansiedad. La evaluación incluirá pruebas estandarizadas, observaciones clínicas detalladas y la colaboración de diferentes profesionales de la salud.
Señales de Alerta del TPS
Estar atentos a las posibles señales de TPS en bebés y niños pequeños es fundamental para un diagnóstico temprano y una intervención adecuada. A continuación, compartimos algunas señales de alerta según la edad:
Bebés y Niños Pequeños:
- Problemas para comer o dormir.
- Negación a irse con alguien que no sea su madre.
- Irritabilidad al vestirlo; incomodidad con la ropa.
- Resistencia a los abrazos.
- Retrasos motores.
- Dificultad para jugar con juguetes o calmarse.
Preescolares:
- Sensibilidad extrema al tacto, ruido, olores o a otras personas.
- Dificultad para hacer amigos.
- Torpeza o habilidades motoras pobres.
- Berrinches frecuentes o mal genio.
- Estudiantes de Primaria:
- Hiperactividad y distracción constante.
- Agresividad.
- Dificultad para escribir a mano o realizar actividades motoras.
- Inconsciencia del dolor.
En nuestra próxima entrada hablaremos sobre los distintos enfoques que se pueden llevar a cabo en terapia y sobre cómo TOi Robot es el auxiliar ideal para el tratamiento del Trastorno del Procesamiento Sensorial.
Identificar y comprender el Trastorno del Procesamiento Sensorial es crucial para brindar el apoyo necesario a los niños que lo experimentan. Tanto terapeutas ocupacionales especializados como padres de familia juegan un papel esencial en este proceso. Conociendo las señales de alerta en diferentes etapas del desarrollo, podremos proporcionar una intervención temprana y adecuada, mejorando la calidad de vida de los niños con TPS y facilitando su participación activa en la sociedad. Recordemos que cada niño es único, y con amor, paciencia y apoyo, podemos ayudarles a enfrentar los desafíos del TPS y aprovechar al máximo su potencial.