Cada 27 de junio, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de la Sordoceguera, una condición única que afecta a un número significativo de personas en todo el mundo. La sordoceguera es una discapacidad dual, donde las personas experimentan simultáneamente pérdida auditiva y visual, lo que les dificulta enormemente la comunicación, la movilidad y la participación en la sociedad. En México y en todo el mundo, este día es una oportunidad para aumentar la conciencia sobre esta realidad invisible y promover la inclusión de las personas sordociegas.

En México, El Consejo Nacional para la Inclusión y el Desarrollo de las Personas con Discapacidad (CONADIS) estimó que el 2019 que 510,000 personas viven con sordoceguera, enfrentando desafíos únicos en su vida diaria. La falta de acceso a servicios especializados, la falta de conciencia y comprensión de la sociedad y las barreras comunicativas son solo algunas de las dificultades a las que se enfrentan. Es fundamental que trabajemos juntos para garantizar que estas personas tengan igualdad de oportunidades y puedan vivir una vida plena y significativa.

En el Día Mundial de la Sordoceguera, es importante difundir información sobre esta condición y fomentar la empatía y la inclusión en nuestra sociedad. Aquí hay algunos aspectos clave que todos deberíamos conocer:

Diversidad dentro de la sordoceguera: Es importante comprender que la sordoceguera no es una experiencia homogénea. Las personas sordociegas pueden tener diferentes niveles de pérdida auditiva y visual, así como distintas formas de comunicación. Algunas pueden utilizar lenguaje de señas, otras pueden depender de la lectura táctil o de tecnologías asistivas. Reconocer esta diversidad nos ayudará a adaptar nuestros enfoques y brindar el apoyo adecuado.

Comunicación: La comunicación es un desafío fundamental para las personas sordociegas. Es importante aprender métodos alternativos de comunicación, como la lengua de señas táctil, la comunicación táctil o el uso de sistemas de comunicación aumentativa y alternativa (CAA). Estas herramientas pueden permitir una comunicación efectiva y significativa con las personas sordociegas.

Accesibilidad: La accesibilidad es clave para garantizar la inclusión de las personas sordociegas. Los entornos físicos deben ser accesibles, con señalización clara y táctil, así como rutas seguras y libres de obstáculos. Además, la información y los servicios deben estar disponibles en formatos accesibles, como braille, audiolibros o subtítulos.

Apoyo y recursos: Las personas sordociegas necesitan acceso a servicios y recursos especializados que les permitan desarrollar habilidades, independencia y participación social. Esto incluye servicios de intervención temprana, educación inclusiva, entrenamiento de habilidades de la vida diaria y apoyo emocional.

En el Día Mundial de la Sordoceguera, tomemos un momento para reflexionar sobre la importancia de la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas sordociegas. Aumentemos la conciencia al educarnos sobre esta y otras discapacidades para maximizar la inclusión y el desarrollo de todos, en equidad e igualdad.